Y acá estoy, sola con ganas de llorar sin decirle una palabra a nadie. Como siempre en soledad, con ganas de estar, pero con muchas ganas de irme.
Siempre que necesitan algo acá estoy, para todos. Pueden ignorarme semanas hasta fallarme en mi peor momento que si les pasa algo a ellos, yo dejo todo solo por ir a contenerlos.

Siempre la buena, la que no la dejan ser, la que esta para todos, la que acompaña a todos, la que entiende, la que perdona, la que escucha. Y sigue con la cabeza en alto sonriendo todos los días, fingiendo como la mejor.
Así empiezo mis días, fingiendo. Se que no soy y también se que si soy, me siento vacía e incompleta, cada problema me hace derrumbar, me caigo y toco fondo pero un día no voy a levantarme.

Pasa el tiempo, y afirmas eso que tanto duele, nada vuelve a ser lo que fue, la gente cambia, el tiempo pasa, y las sonrisas, las sonrisas se borran.