Al principio pensé que era lo más frío que habia conocido, una persona con el alma mas helada que cualquier glaciar. Después lo conocí y entendí que era una persona rota, que en su momento fue puro fuego pero lo apagaron y jamás volvió a ser igual, era de esas personas que tenia los valores que necesitaba cualquier hombre aunque no los utilizo siempre conmigo. Lo veía y disfrutaba mi tiempo a su lado, no importa donde estabamos ni que haciamos, lo importante era estar juntos, lo miraba en sus momentos distraidos y le pedia a todos los santos que ojala nunca terminara ese momento, que nunca me lo sacara de al lado. Lo conoci en un momento de mi vida en la que necesitaba a alguien que me mostrara que el mundo no era tan cruel como yo creia, que solo lo era en momentos, pero que habia un futuro por delante. Me enseño tantas cosas, aprendi mas de el que de todo lo que intentaron inculcarme en estos 20 años, y me aferre a el porque era lo unico que tenia, porque era la unica persona con dos dedos de frente bien puestos, porque era esa mano que me levantaba sin preguntarme porque me habia caido.
Pero como todas las personas que conoci, con el tiempo me reemplazo mil veces, me lastimo otras tantas pero... ¿Que podia esperar? si es lo que me pasa siempre.
Lo importante es que era tan el, que no me importaba, me encegaba con cada palabra, con cada pensamiento, con cada reto, con cada rechazo, y a pesar de todo eso jamas se alejo del todo. Aunque vivo con el miedo de que eso pase, ojala nunca lo vea sonriendo por ultima vez, ojala me dedique un pedazito de su vida cada dia de mi vida, sin importar que haga en el.
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